Puerta de los patios de Córdoba

Otra de las iglesias mandadas construir por el rey Fernando III, tras la conquista de la ciudad en el siglo XIII. Como la mayoría de las iglesias fernandinas, se construyó sobre el solar de una antigua mezquita omeya de la que conserva el alminar, convertido en torre cristiana. 

El edificio sufrió numerosas intervenciones a lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX, que fueron desvirtuando su carácter original, especialmente la del siglo XIX, que trató de imprimir a la iglesia un aire neoclásico acorde con el gusto de la época.

A finales del siglo XX, se acomete una restauración integral, que restituye sus características originales, permitiendo además interpretar las distintas fases por las que ha pasado el edificio.